XII Carrera Bilbao-Bilbao

Por fín llegó el día de la carrera. El día amanece soleado, lo cual se agradece y se deja notar en la sensación térmica, agradable por momentos.

No empieza bien el día, ya que el que esperábamos iba a se mi compañero, me confirma su ausencia al evento debido a problemas físicos. Por lo que me dirijo en solitario hacia la línea de salida. Una vez llegado al polideportivo de San Inazio, me encuentro con Iker Sánchez "Giovanni" el cual se convierte en mi inesperado compañero de viaje, lo cual me va a venir fenomenal, ya que en sus carreras, el ritmo que mantiene es superior al mío, lo que me va a suponer una motivación extra. Nos cambiamos en el autobús y nos disponemos a calentar, momento en el cual enciendo el GPS para que me vaya detectando, a lo que el aparato me responde con un sonoro "Low battery", adiós referencias. Por suerte, Iker lleva consigo el móvil con el programa Endomondo, gracias al cual puedo poner las referencias de la carrera de ayer. Durante el calentamiento también me encuentro con Rubén Santurde "Txin", que se va a estrenar en el mundo del running con unas zapatillas de fútbol-sala.

Iker y yo tras la carrera

Tras calentar y estirar, nos situamos en la parte media-trasera del grupo preparados para la salida. Mi único objetivo de era intentar bajar de 50', bastante factible después de los entrenos de las últimas semanas. Se da salida a la prueba con puntualidad, primeros metros de atasco en el que adelantamos a bastante gente hasta encontrar un espacio en el que avanzar cómodamente, lo que nos lleva al primer kilómetro en 4'47'', dejamos Elorrieta y encaramos la larga recta de San Inazio. Marcamos el segundo parcial en 4'22'', excesivamente rápido.

Encaramos Sarriko todavía intentando situarnos entre los participantes vislumbrando a lo lejos el puente Euskalduna; pequeña subidita y cartel del tercer kilómetro, 4'36''. Pequeña bajado que sirve para relajar piernas y rampa del Euskalduna a la vista. En mitad del puente dejamos atrás la marca del cuarto parcial, 4'36''; sé que el elevado ritmo me va a pasar factura. Tras una bajada corta, encaramos la margen izquierda de la ría por el paseo de Olabeaga. Llegamos al kilómetro 5, en el que está situado el avituallamiento, en 4'41''. El cansancio empiezo a ser notable, con lo cual el ritmo poco a poco se ve viendo afectado. 4'52'' en el km 6 y 4'56'' en el km 7 confirman lo esperado.

Abandonamos el paseo de la ría para adentrarnos en Zorroza por la parte de los polígonos industriales. Se nota que es zona de mucho tráfico pesado, lo que se refleja en un asfalto resquebrajado e incómodo. En este tramo nos vamos encontrando de frente con corredores que ya han hecho el giro del km 8,6 y se dirijen a la línea de meta, lo que resulta desmoralizador. Justo antes de la marca del octavo kilómetro, indico a mi acompañante que ando muy justo de fuerzas y que tire para adelante. Intento seguir su ritmo, pero me es imposible (Por eso los tiempos de la imágen van a variar sobre los míos), a pesar de eso marco un octavo kilómetro a 4'42''. Ya en solitario, toca apretar los dientes y tirar. Pongo la vista en el giro que, para complicarlo más, es cuesta arriba. Rodeo los conos, momento en el cual empiezo a ver a gente que va por detrás. Alcanzo el km 9 en 4'53'', sabiendo que la meta está muy cerca. Automáticamente las piernas recuperan un poco de frescura ayudadas por una ligera pendiente descendiente que me lleva a la carrertera general, en donde llego al km 10 en un parcial de 4'20'' y un tiempo acumulado de 46'45''. Entro en la pista de atletismo con la vista puesta en el arco de meta. 300 metros después cruzo la meta, marcando un tiempo final de 48'40'', apenas 20'' más lento que mi compañero.

Tras recuperar y estirar un poco, calculamos la media de la carrera, dando como resultado unos totalmente inesperados 4'40''/km.

La tabla de tiempos no es como la de siempre, debido a mi poca previsión con el GPS, aunque sí pude salvar el mapa de recorrido.

Comentar que los ganadores fueron Dabid García, que con un tiempo de 32'21'' aprovechó la baja por enfermedad de Josu Amutio y Cristina Loeda en categoría femenina. Mi más sincera enhorabuena a los dos.

En resumen, agradecer a Iker ese punto de exigencia que me impuso desde el principio que me ha llevado a hacer un gran tiempo que me anima a seguir entrenando para futuras carreras.